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Correo Fotográfico Sudamericano : revista quincenal consagrada a la fotografía y sus aplicaciones. Año 4, n. 72 (1924, jul. 1)

Analíticas: Mostrar analíticas:Género/Forma: REVISTA
Contenidos:
Notas editoriales: Un ejemplo magnífico. Entre la copiosa información que dan los grandes diarios a propósito del viaje hacia nuestra tierra del heredero de la corona de Italia, se publicó una nota que nos ha resultado sumamente grata: al ir a despedirse de la reina, ésta, después de desearle un feliz viaje, le pidió que trajese consigo muchas fotografías. Descartando el disco que se avivará con esta noticia entre las casas de la calle Florida de hacerse propio tan augusto cliente, debemos reconocer de una vez por todas, que la fotografía como medio ilustrativo y de vinculación no tiene parangón alguno. Aquí, como en todos los países sudamericanos donde llegan quincenalmente nuestras ediciones, fueron, precisamente los extranjeros quienes introdujeron la costumbre de llevar una cámara cuando se va de viaje. Ninguna cosa mejor para tener siempre a la vista lo más hermoso de los lugares recorridos y también el recuerdo de algún suceso importante, que jamás se tendrá ocasión de verlo re-producir. No poco también influyó en ello los anuncios constantes de las fábricas e importadores de artículos fotográficos. Sin embargo, todavía no podemos darnos por satisfechos del contagio producido. Cientos y cientos de viajeros salen, a diario do una parte para otra sin llevar su correspondiente y necesario aparato fotográfico. Podríamos achacar buena parte de esta falta a la indolencia criolla. El aparato pesa mucho… es un trasto más para llevar... no se acierta jamás un motivo con él... no es elegante y estropea la línea... Además, cuando se lo necesita nunca se lo tiene a mano... Son prejuicios estos insignificantes para el hombre práctico, pero nosotros estamos, por desgracia, en el período agudo de la cursilería y todo se sacrifica a ella y lo restante a la necesidad "de hacer lo menos posible’’ que es lo primero que se aprende. Pero descartando también ésto, no podemos dejar de reconocer que las casas que gastan buenas sumas en publicidad en las grandes revistas y diarios, jamás se han ocupado en incitar al público hacia esa costumbre, más que costumbre necesidad, de llevar una cámara cuando se emprende una excursión o un viaje. No sabemos si esa publicidad peca de demasiado comercial o de desconocimiento de lo que debe tocarse; pero lo cierto es que de todo se ocupan menos de hacer más compradores, más aficionados. Recordamos a este propósito que una florería y una bombonería de esta metrópoli cada vez que parte un gran transatlántico o un tren de excursiones, publican avisos en los que recuerdan a los viajeros y a los amigos de ellos, lo bien que resultan para el caso, los bombones y las flores. ¿Cuánto mejor sería recordarles, de cuanto más provecho y satisfacción, que lleven consigo un aparato fotográfico y su correspondiente dotación de películas? La recomendación de la reina de Italia a su hijo no puede sintetizar mejor el valor de la fotografía en un viaje. Ella sabrá, por las fotografías, de los agasajos que mereció su vástago al llegar a estos lejanos países. Sabrá también de nuestras costumbres, de nuestras ciudades. Ejemplo más magnífico jamás pudo buscarse -- A propósito. A propósito de la infinidad de consultas que nos llegan de profesionales y aficionados refiriéndose a la “Exposición Comunal de Artes Industriales”, en la que está incluida la fotografía, nos complacemos en comunicar a los lectores, que pudieran aun tener alguna duda al respecto, que con gusto evacuaremos cualquier pregunta sobre esta exposición que viene a llenar un sentido vacío. De la misma manera recordamos a los cultivadores de la fotografía radicados en la capital, la necesidad de que concurran a este certamen que fuera del estímulo grandioso que representa, significa un gran paso para el reconocimiento de la fotografía artística entre nosotros
Galería profesional: Joaquin Aguilar. Lleno de conocimientos muy bien cimentados y un excelente gusto artístico, además de su juventud, es uno de los fotógrafos que con más justicia se ha conquistado un inmejorable renombre en Tucumán, donde desarrolla sus actividades
Foto de tapa: Retrato, por A. Fiorini
En: Correo Fotográfico SudamericanoResumen: Año 4, n. 72 (1924, jul. 1)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Signatura Info Vol Estado Notas Fecha de vencimiento Código de barras
Revista Revista Centro de Investigación Fotográfico Histórico Argentino
H-CFS-4-72 (Navegar estantería(Abre debajo)) Año 4, n. 72 (1924, jul. 1) No para préstamo Consulta en sala

Notas editoriales:

Un ejemplo magnífico.
Entre la copiosa información que dan los grandes diarios a propósito del viaje hacia nuestra tierra del heredero de la corona de Italia, se publicó una nota que nos ha resultado sumamente grata: al ir a despedirse de la reina, ésta, después de desearle un feliz viaje, le pidió que trajese consigo muchas fotografías. Descartando el disco que se avivará con esta noticia entre las casas de la calle Florida de hacerse propio tan augusto cliente, debemos reconocer de una vez por todas, que la fotografía como medio ilustrativo y de vinculación no tiene parangón alguno. Aquí, como en todos los países sudamericanos donde llegan quincenalmente nuestras ediciones, fueron, precisamente los extranjeros quienes introdujeron la costumbre de llevar una cámara cuando se va de viaje. Ninguna cosa mejor para tener siempre a la vista lo más hermoso de los lugares recorridos y también el recuerdo de algún suceso importante, que jamás se tendrá ocasión de verlo re-producir. No poco también influyó en ello los anuncios constantes de las fábricas e importadores de artículos fotográficos. Sin embargo, todavía no podemos darnos por satisfechos del contagio producido. Cientos y cientos de viajeros salen, a diario do una parte para otra sin llevar su correspondiente y necesario aparato fotográfico. Podríamos achacar buena parte de esta falta a la indolencia criolla. El aparato pesa mucho… es un trasto más para llevar... no se acierta jamás un motivo con él... no es elegante y estropea la línea... Además, cuando se lo necesita nunca se lo tiene a mano... Son prejuicios estos insignificantes para el hombre práctico, pero nosotros estamos, por desgracia, en el período agudo de la cursilería y todo se sacrifica a ella y lo restante a la necesidad "de hacer lo menos posible’’ que es lo primero que se aprende. Pero descartando también ésto, no podemos dejar de reconocer que las casas que gastan buenas sumas en publicidad en las grandes revistas y diarios, jamás se han ocupado en incitar al público hacia esa costumbre, más que costumbre necesidad, de llevar una cámara cuando se emprende una excursión o un viaje. No sabemos si esa publicidad peca de demasiado comercial o de desconocimiento de lo que debe tocarse; pero lo cierto es que de todo se ocupan menos de hacer más compradores, más aficionados. Recordamos a este propósito que una florería y una bombonería de esta metrópoli cada vez que parte un gran transatlántico o un tren de excursiones, publican avisos en los que recuerdan a los viajeros y a los amigos de ellos, lo bien que resultan para el caso, los bombones y las flores. ¿Cuánto mejor sería recordarles, de cuanto más provecho y satisfacción, que lleven consigo un aparato fotográfico y su correspondiente dotación de películas? La recomendación de la reina de Italia a su hijo no puede sintetizar mejor el valor de la fotografía en un viaje. Ella sabrá, por las fotografías, de los agasajos que mereció su vástago al llegar a estos lejanos países. Sabrá también de nuestras costumbres, de nuestras ciudades. Ejemplo más magnífico jamás pudo buscarse --

A propósito.
A propósito de la infinidad de consultas que nos llegan de profesionales y aficionados refiriéndose a la “Exposición Comunal de Artes Industriales”, en la que está incluida la fotografía, nos complacemos en comunicar a los lectores, que pudieran aun tener alguna duda al respecto, que con gusto evacuaremos cualquier pregunta sobre esta exposición que viene a llenar un sentido vacío. De la misma manera recordamos a los cultivadores de la fotografía radicados en la capital, la necesidad de que concurran a este certamen que fuera del estímulo grandioso que representa, significa un gran paso para el reconocimiento de la fotografía artística entre nosotros

Galería profesional: Joaquin Aguilar. Lleno de conocimientos muy bien cimentados y un excelente gusto artístico, además de su juventud, es uno de los fotógrafos que con más justicia se ha conquistado un inmejorable renombre en Tucumán, donde desarrolla sus actividades

Foto de tapa: Retrato, por A. Fiorini

Año 4, n. 72 (1924, jul. 1)

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