Correo Fotográfico Sudamericano : revista quincenal consagrada a la fotografía y sus aplicaciones. Año 4, n. 78 (1924, oct. 1)
Analíticas: Mostrar analíticas:Género/Forma: REVISTATipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Notas | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Centro de Investigación Fotográfico Histórico Argentino | H-CFS-4-78 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Año 4, n. 78 (1924, oct. 1) | No para préstamo | Consulta en sala |
Notas editoriales:
Treinta y seis páginas. Henos aquí con cuatro páginas más. Con ellas son veinte las páginas que hemos agregado a nuestra Revista desde su aparición.
De aquellos números con diez y seis páginas a ente de treinta y seis con que iniciamos un nuevo progreso, la diferencia que existe es la propia historia de nuestro esfuerzo y de la solidez de nuestros éxitos, nunca espaldados en los triunfos de otros ni imitando a nadie, pues nuestra Revista podemos repetirlo con orgullo, es enteramente única en su género.
El singular acierto con que hemos sabido interpretar el ambiente fotográfica, un vacío del cual hemos venido a llenar, nos ha valido no sólo la aceptación general sino el propio interés de cuantos nos leen. Así se explica que año tras año dupliquemos y tripliquemos el número de subscriptores y que el interés de los anunciantes se concentre por propia decisión en nuestras páginas. Hemos tenido, es cierto, un tesón a prueba, pero junto con él hemos tenido la iniciativa que siempre faltó en todas las tentativas hechas por los que intentaron arraigar publicaciones de esta índole.
Reconocemos, por cierto, que este nuevo esfuerzo lo debíamos a todos los que nos favorecen, y nos sentimos satisfechas de haber cumplido con esa obligación.
No cerraremos este breve comentario sobre el progreso hecho sin mencionar un caso que demuestra hasta qué punto despierta el interés de los lectores CORREO FOTOGRAFICO SUDAMERlCANO. En una lejana población del territorio de Misiones tenemos un lector gran aficionado a la fotografía. La casualidad hizo llegar a sus manos un ejemplar viejo de nuestra Revista y encantado por su lectura, y no pudiendo por su situación cubrir el importe de la subscripción anual, nos paga ésta con yerba-mate, el fruto privilegiado de aquella tierra.
Cada aniversario, pues, nos llega por encomienda postal, diez kilos de riquísima yerba que, claro es, nos brinda momentos de tan grande satisfacción como el que proporcionamos al subscriptor con nuestra lectura.
Por cierto que nosotros nunca hemos dejado de enviar nuestra Revista a aquellos entusiastas por que no tienen dinero para pagarla, pero a este le aceptamos su tributo seguros de que le dejamos con el placer de haber cumplido con lo que para todos los lectores es una obligación. Su interés, sin embargo, nos hubiera bastado. Mejor ejemplo no podemos dar sobre el éxito de nuestra obra --
Aclaremos adaptando.
Antes que ir al grano permítanos el lector que prometamos al buen amigo señor Chute el espacio necesario para refutarnos si todavía sostiene su convicción de aquel entonces. Igual promesa dejamos sentada para el otro contrincante, el joven Marquís, encargado de propaganda en la Kodak.
La falta de palabra que definan claramente el objeto, o más bien la costumbre, ha impuesto la necesidad de designar muchas cosas concernientes a la fotografía, con nombres o voces extranjeras. De esta manera se dice chassis, al porta-placas, clichés a las placas, flou al desenfoque, etc., etc. Nosotros no nos hemos apartado de esta norma, pero en cambio hemos creído justo adaptar la escritura de esas voces de acuerdo a su pronunciación y de ahí que escribamos simplemente flú, clisé, chasis, etc. etc. Igual haríamos con el significado si falta hiciera.
El lector entiende mejor y más pronto y en muchos casos se evitan graves conflictos de ortografía. En el despacho de Mr. Feeley tuvimos oportunidad de discutir a este propósito delante del mencionado y de los señores Chute y Marquís. La discusión vino a raíz de que sosteníamos que no debía ponerse en los avisos superficie “buff”, sino simplemente crema. Pusimos a favor de nuestra teoría lo que terminamos de decir referente a chasis, flú y demás; pero no triunfamos. Pasó el tiempo y ahora nos encontramos con que en el aviso Kodak aparecido en el número 75 de nuestra Revista, el redactor escribe entre otras cosas:
“Se expende en los colores blanco y buff (crema).” Lo que es toda una confirmación de nuestra prédica. ¿Para qué llamar buff al crema si hay que aclarar la palabra inglesa poniéndola en castellano entre paréntesis para que el lector la entienda? ¿No sería más práctico poner simplemente “crema”?
Galería profesional: Doviglio Darelli. Un estudioso fotógrafo del Uruguay a quien debemos interesantísimas colaboraciones sobre óptica fotográfica, espacialidad que domina profundamente
Foto de tapa: Retrato, por Juan C. Martins
Año 4, n. 78 (1924, oct. 1)